¿Consumirías leche de rata alguna vez? ¿De cerda, yegua o perra? entonces, ¿por qué
la de vaca sí?
Pensamos que consumir leche de vaca todos los días puede ser
muy beneficioso para la salud pero ¿qué hay de cierto en esto?
Los seres humanos somos los únicos que consumimos leche de
otros animales en nuestra etapa de lactancia y también después de esta. Los
terneros consumen leche hasta los dos años y cualquier animal después del periodo de
lactancia la deja de consumir, entonces ¿por qué nosotros seguimos consumiéndola?
¿Porque pensamos que nos aporta una gran cantidad de nutrientes? Muchos
expertos afirman que la leche no nos aporta el calcio que nosotros pensamos.
Al tomarla nos introducimos una sustancia llamada caseína que
se utiliza en la fabricación de productos no alimentarios como pinturas,
pegamentos industriales, plásticos, etc. Esto hace que al ingerirla, este se
adhiera en el intestino impidiendo la absorción de otros ingredientes.
El consumo de leche de vaca puede provocar alergias muy
perjudiciales en la etapa infantil causando graves enfermedades o incluso la
muerte. Estas alergias por lo general suelen afectar al sistema digestivo
provocando vómitos pero también daña la piel e incluso al sistema respiratorio.
La leche de vaca contiene un 70% de ácidos grasos saturados
y gracias a la pasteurización y otros procesos, estos ácidos atraviesan las
paredes intestinales convirtiéndose en partículas no digeridas aumentando los
niveles de colesterol malo y grasas saturadas en la sangre.
Investigadores de la materia afirman que el organismo no está
preparado para alimentarse con leche de vaca o de otros animales y por ello se
relaciona con distintos tipos de cáncer culpándola de la aparición del cáncer de
mama. Mujeres que consumen más de 200ml al día de este producto tienen tres veces
más de probabilidades de contraer cáncer de ovarios de las que no lo ingieren. Un
grupo de investigadores holandeses en
1989 concluyeron que personas que consuman más de 600ml de leche al día tienen
más riesgos de desarrollar cáncer de pulmón.
En la época de lactancia los bebes que consumen leche de
animal en vez de la de su madre tienen más probabilidades de desarrollar diabetes
de los que no y para seguir metiendo
leña al fuego también se culpabiliza a la leche animal con el aumento de infección
de garganta y oídos.
Más investigaciones demostraron que la leche de vaca
desmineraliza a las personas. Haciendo un estudio a mujeres que no consumían leche
no padecían de osteoporosis pero las que sí lo hacían sus niveles de calcio
eran mucho más bajos y con ello aumentaban el riesgo a desarrollar esta
enfermedad.
Pero no todo es malo, la leche contiene agua muy necesaria para
nuestra vida, y mezclado con azúcar, grasas trans
y un poco de cacao, acompañado de la maravillosa repostería industrial obtienes
un potente desayuno para ti o tus hijos.
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